Además de que el paro camionero provocó pérdidas millonarias en el comercio y otros sectores económicos del país también afectó la salud mental de millones de colombianos.
La salud mental es un estado de bienestar emocional; psicológico y social de una persona. Igualmente, es su capacidad para manejar el estrés; las relaciones interpersonales y la toma de decisiones adecuadas .Asimismo, es importante para el funcionamiento diario y general. Factores como la genética, el entorno y las experiencias de vida pueden influir en la salud mental, señala el doctor Julián Matta, médico experto en salud mental del Instituto del Sistema Nervioso del Risaralda.
Bajo ese contexto y a pesar de que los medios de comunicación registraron el momento a momento de lo que sucedió en el paro nacional de transportadores y las pérdidas millonarias que se registraron para los distintos sectores económicos del país, también es importante centrarnos en la afectación que podría haber causado en la salud mental de quienes afrontaron los trancones; debieron esperar largas horas dentro de los vehículos y hasta dormir en ellos; hicieron largas filas para tanquear sus carros o motos; los niños, niñas y adolescentes que no pudieron asistir a clases por el cierre de colegios públicos y algunos privados; los que caminaron horas para llegar a sus casas o trabajos y la inquietud generalizada que provocó en la población colombiana.
Inclusive, quienes ya padecían de un trastorno mental pudieron haber tenido una intensificación de estos síntomas por los hechos generadores y desencadenantes sociales producto del paro camionero.
Tanto así que para la psicóloga Mariana Mejía experta en salud mental y maestrante en psicología clínica y de la salud, el paro “tuvo un impacto significativo en la salud mental de la población, exacerbado por la incertidumbre y preocupación económica y de seguridad. La interrupción de servicios esenciales como la atención médica; el retraso en el cumplimiento de objetivos laborales, familiares y académicos; sumado a la creciente polarización política que afectó negativamente el bienestar emocional”.
Es decir, se generó desconfianza; preocupación y desasosiego sobre el qué podría pasar y cómo se afrontaría si estas “vías de hecho” empeoraran con el tiempo.
Por lo que se puso en “jaque” los componentes de la salud mental los cuales son:
De acuerdo con Infobae, se registraron 227 actividades de protesta: 101 bloqueos permanentes; 108 bloqueos intermitentes y 18 concentraciones en 165 municipios de 23 departamentos, con una participación aproximada de 6.816 personas y 2.019 vehículos.
Sin embargo, y luego de 4 días, el Gobierno Nacional confirmó un acuerdo con los transportadores que implica un aumento en el costo del Acpm en dos tramos, de 400 pesos cada uno, después de que se “colapsara” el país y los colombianos sufrieran las consecuencias económicas, físicas, emocionales y mentales.
En el día 3, de acuerdo con lo registrado por El Tiempo, la fuerza pública intervino en algunos sectores de la capital del país y se logró recuperar parcialmente la movilidad, sin embargo, fueron acciones que causaron malestar en los transportadores, de acuerdo con Infobae. Gente en la calle gritaba y corría para alejarse de los gases lacrimógenos.
Una situación que provocó ansiedad como “una emoción que es secundaria al miedo que pone en alerta a las personas y que en caso de que no desaparezca fácilmente; haya ideas catastróficas; se sienta una presión en el pecho; no se pueda respirar; se generen mareos o vómito es necesario consultar con psicología o psiquiatría para revisar el mejor tratamiento para afrontar estos síntomas”, según Mejía.
Pero, no solo la ansiedad fue la protagonista del “caos” que ocurrió en estos 4 días, Sandra Betancourt, psicóloga del Instituto del Sistema Nervioso del Risaralda, especialista en psicología jurídica y magíster en programación neurolingüística, indicó que “el paro nacional fue generador de estrés externo. Las personas podrían haberse sentido abrumadas; con agotamiento físico y mental por no poder resolver situaciones que salieron de su control al afectar su calidad de vida personal y familiar”.
Igualmente, la psicóloga Ángela Henao, magíster en terapias psicológicas de tercera generación, sostiene que en estas situaciones de protesta social “aumenta la probabilidad de que se intensifiquen emociones desagradables tales como la preocupación; la ansiedad, el miedo e incertidumbre respecto a la seguridad; la calidad de vida y los suministros para suplir necesidades básicas”.
Por esta razón, es importante que cada uno fortalezca su salud mental desde casa “mediante prácticas como el ejercicio; la meditación y la búsqueda de apoyo profesional cuando sea necesario”, de acuerdo con el doctor Julián Matta. Y, mantener las redes de apoyo familiares y de amigos durante estos tiempos desafiantes.
Finalmente, es importante recordar que la salud mental es fundamental porque: